Estar en Christchurch y tomarte un café colombiano es una oportunidad para oler y sentir no solo el sabor del café, también del sabor que la cultura latinoamericana tiene para ofrecer al mundo. El punto exacto es en 1 Pilgrim Place, donde se encuentra ubicado “Café Colombia”, lugar que se ha convertido en referente para disgustar un gran café y un cálido ambiente.
Los antecedentes de “Café Colombia” inician en 2014 con una mesa de plástico y una máquina de café en el mercado New Brighton, en Christchurch, como una manera de negocio sí, pero también con el objetivo bien claro de compartir con los neozelandeses más de lo bueno que tienen los países latinoamericanos y que de pronto no se conoce del todo: su cultura, y una de las mejores maneras de compartir la cultura es con un buen café y con muchas oportunidades diversas para el diálogo. “Café Colombia” también viajó en caravana, pues en 2016 los propietarios Eduardo Bernal y Sol Gil decidieron comprar una y empezaron a incorporar comida en su menú y entonces pudieron ofrecer su servicio en diferentes mercados y eventos.
Eduardo es de Chile y Sol es de Colombia, ambos tenían sus propuestas, sus ideas, sus ilusiones, sus sueños entonces los conjuntaron y decidieron ubicarse ya fijamente en Pilgrim Place, donde motivados por seguir compartiendo eventos culturales llevan a cabo diferentes actividades, de hecho, tenían programado para fines de este mes un “brunch” como muchos otros que han organizado anteriormente donde la oportunidad para platicar en español es garantía, pero la conversación en inglés no falta pues ambas leguas son el medio para unir y fomentar el intercambio cultural. Ha sido tan entusiasta su presencia cultural que son los creadores del “Latin Cultural Fest” que ha tenido que detenerse por cuestiones del Covid-19 pero que entre sus objetivos principales están mostrar la diversidad gastronómica y cultural de Latinoamérica, evento que ha contado con más de 5mil espectadores.
“Café Colombia” se preocupa por ofrecer cada mes un evento cultural en torno a la comunidad latina y celebran diferentes fechas y festejos, sin faltar las celebraciones de Independencia de los países latinoamericanos, fechas de mucha importancia y significado. En sus eventos mensuales se congregan un promedio de 70 personas para disfrutar del rico menú y de tan valiosa oportunidad para convivir, relajarse y aprender, deleitándose con un delicioso café. Esto del café es un área que ellos, los emprendedores de dicho negocio, conocen bien pues Sol huele a café desde niña ya que su padre tuvo fincas cafeteras y desde muy corta edad ha sido consciente de lo que se requiere para llevar una buena taza de café a la mesa. Tiene además 14 años de experiencia como barista en NZ, y es la encargada de la magia de la máquina de café en su restaurante. Por su parte Eduardo es el chef a cargo de todos los secretos del rico menú. Es un chef profesional con experiencia en administración y a lo largo de su carrera en NZ sus platos han sido nombrados por diferentes revistas y periódicos locales y nacionales. Es chileno pero también sabe de primera mano sobre el sabor y la cultura colombiana pues viajó un tiempo a Colombia y se dio un tour gastronómico por el país para poder entender a fondo sus sabores y costumbres y poder así rescatar todo lo mejor para venir a compartirlo a NZ. Si al rico café le agregamos un buen postre pues la combinación queda perfecta, los postres son chilenos al igual que algunos platillos especiales del día.
“Café Colombia” ha hecho ya camino, ha marcado presencia, tanto que ha recibido ya algunos premios que honran su prestigio, uno de ellos fue en 2018, cuando fueron reconocidos por “The New Zealand Latin Awards” como mejor café/restaurante latino en Christchurch, en aquellos tiempos que solo contaban con una caravana de café y comida latina, reconocimiento que volvieron a ganar en el 2019 ya desde su domicilio fijo y que disputaron con otros renombrados restaurantes latinos en NZ.
En “Café Colombia” también se pueden comprar otros productos latinos porque Eduardo y Sol están convencidos que ese espacio es para sumar, para unir, para compartir también lo de los otros países latinoamericanos porque al fin de cuentas todos somos uno mismo. Esta cafetería tiene muchos atributos y es el sueño hecho realidad de una joven pareja orgullosa de sus raíces, mismas que son transmitidas a la pequeña Arianna, quien con tan solo 3 años es la inspiración y la real “big boss” de este vibrante proyecto.
