Viva México, el sazón con que nuestras abuelas cocinaban

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Hace diez o quince años los restaurantes de comida mexicana se veían como algo exótico en esta latitud. La comida mexicana era, en estricto sentido, una variante del tex-mex o la propia proyección de lo mismo, casi nadie la concebía con su riqueza y su sabor original. Esto, con el tiempo, empezó a transformarse. La idea de adaptar la comida mexicana al paladar kiwi cambió radicalmente por la idea de educar el paladar kiwi a la comida mexicana, dos cosas muy diferentes. Un salto cualitativo que hoy persiste en contados restaurantes mexicanos de este país.

 Uno de los proyectos gastronómicos más admirables y vanguardistas en este sentido es el restaurante Viva México, afincado y reconocido ya en Wellington.

Su fundador es Antonio A. González, quien llegó a Nueva Zelanda a finales de la década de los 90s acompañado de su pareja, a quien conoció en Tulúm, México. Antonio es un diseñador industrial de 50 años originario de la Ciudad de México. Recién llegó a Nueva Zelanda empezó a trabajar como pintor de casas y poco después consiguió un trabajo en un restaurante mexicano (tex-mex), donde de 2007 a 2010 logró conseguir el título de Chef Internacional.

Fue precisamente en 2010 que cambiaría radicalmente la vida de Antonio al recibir una oferta para rentar un local de comida.  En ese momento se le ocurrió la idea de llevar a cabo un proyecto de restaurante mexicano con una comida más auténtica. Para ello, invitó a su amigo de toda la vida y ahora socio David de Orta, y justo el 10 de mayo (Día de las Madres, fecha emblemática) de ese mismo 2010, se fundó el Viva México en Leftbank, una de las zonas más concurridas y vibrantes de Wellington.

Fundar Viva México no fue nada fácil, Antonio y su socio tuvieron no sólo que enfrentarse a una serie de trámites administrativos y legales que cumplieran con los requerimientos pertinentes para echar a andar el negocio, sino que también tuvieron que ser creativos para introducir nuevas recetas e ideas de platillos mexicanos que no estaban antes entre los sabores de elección de los kiwis.

En la opinión de Antonio, fue esto precisamente lo que diferenció a Viva México del resto de los restaurantes mexicanos de la región: que sus recetas tenían el mismo sazón con que cocinaban su madre o su abuela y preservaban el sabor original. Los platillos, pues, sabían realmente a México.

Viva México tuvo pronto, por ese motivo, un éxito palpable, y pronto surgieron oportunidades de expansión, esta vez de la mano de su socio Luis A Guerrero, situación que se daría en 2014, en el también vibrante barrio de Newtown, donde ahora se puede encontrar otra de sus sedes, justo sobre la mítica calle Riddiford.

Con el tiempo se dio también la apertura de otra sucursal en Petone y se transformó la sede de Leftbank, ajustándose a los requerimientos culinarios de un consumidor más joven, especial universitario.

Viva México tiene sueños de seguir creciendo. Según lo comenta el propio Antonio, la aventura gastronómica que empezó hace una década seguirá pronto en Lampton Quay y tomará también la forma de otras variantes de venta de comida, como las food trucks para participar en festivales musicales y eventos masivos, así como expandir el catering, un servicio que ya están dando actualmente.

Pero lo más importante de todo es, afirma Antonio A. González, que Viva México es el primer restaurante en Nueva Zelanda con dueños y administración 100% mexicana. A mucho orgullo.

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